Bolívar y los llaneros
Para quien quiera hallar las señales del hombre de armas en la robustez atlética, según el estereotipo griego, Bolívar a sus ojos, hubiera perdido lo que hubiera ganado en la imaginación. Mas un buen observador habría descubierto en él, los signos externos que caracterizan al hombre tenaz en su propósito y apto para llevar a cabo empresas que requieren de gran inteligencia y la mayor constancia de ánimo.
Simón Bolívar tenía gran predilección por el baile, y por supuesto por las damas. Era también muy diestro en el manejo del caballo y le gustaba correr a todo escape por las llanuras apureñas, persiguiendo a los venados que eran allí muy abundantes.
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